Energía: Tipos, fuentes y transformación. Infraestructura parte I



El término energía es pronunciado diariamente por políticos, economistas, físicos, químicos, biólogos y por cualquier otra persona que, de una u otra forma, se plantee como tarea enfrentar la crisis energética y luchar por la conservación de los recursos naturales no renovables. Casi toda la energía utilizada por el ser humano se ha originado a partir de la radiación solar llegada a la Tierra. El 96 % de las necesidades energéticas quedan satisfechas por la combustión de carburantes fósiles carbón, petróleo y gas natural, que representan la energía química almacenada biológicamente durante el largo pasado de la Tierra. Cuando estas fuentes se hayan agotado, se deberá echar mano en mayor medida de los carburantes nucleares fusión y fisión nuclear, la energía de gravitación en las mareas y la energía solar.



La utilidad de la energía se manifiesta en que, gracias a ella, el ser humano puede realizar procesos y trabajos que le garanticen, tanto su supervivencia a la cabeza de las otras especies animales, como la comodidad y el dominio que ha ejercido, por largo tiempo, sobre el medio natural. Cualquier forma de energía se transforma en otra porque la energía no se crea ni se destruye, solo se transforma. A este principio se le denomina ley de la conservación de la energía. Fuentes y tipos de energía Las fuentes de energía son aquellas que la producen directamente. Como fuentes de energía se pueden mencionar al sol, el viento, el carbón, el petróleo, las caídas de agua, los desechos orgánicos, los átomos, las olas del mar, las reacciones químicas o el sonido, entre otras. Por su parte, los tipos de energía son aquellos que identifican la forma en que se manifiesta la energía.



Entre los distintos tipos de energía se destacan la solar, la atómica o nuclear, la hidráulica, la química, la eléctrica, la eólica, la mecánica cinética y potencial, la geotérmica y la térmica. Con respecto a la energía procedente del Sol, cabe señalar que cada punto de su superficie emite radiaciones electromagnéticas al espacio y que estas radiaciones son tanto luminosas como invisibles. Cuando estas radiaciones llegan a la Tierra, su intensidad ya ha disminuido unas 500,000 veces. A pesar de ello, casi toda la energía que se puede aprovechar en la Tierra proviene del Sol. La energía solar, además de ser utilizada por las plantas, es aprovechada por el ser humano mediante dos sistemas: uno, de tipo térmico, que aprovecha esta energía por medio de colectores, que son superficies que, expuestas a la radiación solar, permiten absorber su calor y transmitirlo a un fluido.